Uno de los temas más complejos para los administradores, es aplicar la fórmula ideal para el manejo de flujo de fondos que le permita obtener los recursos para cumplir compromisos.

No es la «rentabilidad» o ganancia lo que influye sino el flujo financiero independientemente de la utilidad. En este punto se puede comprobar que el ingreso de fondos continuo atenúa cualquier dificultad financiera, mientras que la rentabilidad no lo hace. Sin embargo las fórmulas que se usan para medir la salud financiera en muchos casos hay que analizarlas considerando factores que no son medibles con fórmulas y es que el comportamiento de los seres humanos, la tecnología, el consumo, etc., están en constante movimiento, mientras que los análisis son estáticos, por lo que no se ajustan a los cambios.

Llevar un buen flujo financiero requiere de conocimientos que van más allá del académico, es necesario conocer el mercado de nuestros productos y/o servicios, tener conocimiento del entorno en el cual se desarrolla el negocio, idear políticas que permitan el flujo de fondos necesario para minimizar las crisis financieras, esto significa diseñar la políticas de cobranza y de pagos de compromisos, así como disponer de alguna fuente de financiamiento adaptado al ritmo de nuestro negocio

«La administración es dinámica y en constante movimiento»